El sueño venezolano que no conocemos: la transición democrática de Sri Lanka

 

Sri Lanka es una pequeña isla ubicada al sur de la India, por su forma y por verse tan pequeña en comparación al subcontinente indio es conocida como “la lagrima de la India”. Mi conocimiento de este país era escaso antes de mudarme para acá. Lo trate de compensar leyendo acerca del país previo a mi llegada, sabía que en el nombre oficial del país se leía “Republica Socialista”, pero ese adjetivo socialista pueden significar tantas cosas que no me llenó de prejuicios, esperé llegar para descubrir a que se referían con eso de socialista.

Cuando llegué al aeropuerto después de más de 18 horas de vuelo, entre el cansancio y la emoción de lo novedoso, lo primero que me sorprendió fue ver un afiche con un señor con bigote, vestido de blanco con una bufanda roja en el cuello en la parte superior de la pared, como dándonos la bienvenida. Viniendo de Venezuela y habiendo escrito casi 300 páginas sobre las imágenes y la propaganda política, reconocí de inmediato que era una propaganda del Presidente. Primera sorpresa, eso no pasa “sólo en Venezuela”. Resulta que entre esta República Socialista y mi natal República al otro lado del mundo, hay algunos paralelismos políticos. Yo llegué en Septiembre del 2014 cuando se anunciaba que en enero habría elecciones presidenciales y el Presidente Mahinda Rajapaksa, estaría optando por su tercer período presidencial consecutivo por primera vez en la historia del país, luego de haber modificado la constitución para permitir el tercer periodo. Después de pensar: “oh oh, a donde vine a parar!”, empecé a darme cuenta que estar aquí y observar con el ojo afilado venezolano esta etapa sería más interesante de lo que pensaba.

Entendiendo del contexto electoral

El Presidente Mahinda Rajapaksa quiso adelantar las elecciones presidenciales por dos años. El motivo de esto era porque quería hacer las votaciones lo antes posible para no perder más popularidad, porque sus números iban bajando cada día. También dicen que su vidente personal leyó su carta astral y le aconsejó adelantar las elecciones, en este país el uso del horóscopo y la astrología es muy popular y se toma muy seriamente, como podrán ver. Entre las principales críticas que se le hacían a su gobierno se encontraba nepotismo, ya que sus hermanos tenían cargos importantes en el gobierno. También autoritarismo, entiendo que gracias a una enmienda constitucional hecho en los tiempos de la guerra, tenía más poderes como Presidente que lo que se estipulaba en la constitución, poca libertad de prensa y finalmente corrupción. También se le acusaba de favorecer sólo a la ciudadanos de la etnia Cingalés (mayoritariamente budista) en detrimento de los Tamiles (en su mayoría hindú aunque también hay musulmanes y cristianos). En parte estas dos etnias eran las que estaban enfrentadas en el conflicto civil que duró 26 años, el gobierno era mayoritariamente Cingalés y la guerrilla separatista era Tamil (Tigres de Liberación del Eelam Tamil). En lo personal creo que el gobierno de Rajapaksa no era solo de corte autoritaria sino también muy personalista, la foto del Presidente estaba en todos lados, incluso en los nuevos billetes de 1000 rupias esrilanquesas (7 USD aprox.). No había pueblito, camino o carretera en el interior del país que no tuviera su foto. Incluso afiches colgando de árboles en el medio de montañas, sin ninguna construcción alrededor.

Como en toda historia el presidente tiene sus seguidores, que lo apoyaban principalmente porque había traído el fin del conflicto civil que terminó en el 2006, en su primera presidencia. Y aseguran que también había traído progreso al país, con grandes construcciones de autopistas y carreteras, construidas con préstamos e inversiones chinas. Para mí el avance que ha visto Sri Lanka desde la culminación del conflicto, es una consecuencia natural que trajo la paz. El Estado tenía más dinero disponible para invertir en otras cosas y no solo defensa, así como aumentó la inversión privada, tanto nacional como internacional que se han visto interesados en el bello país.

La campaña electoral se desarrolló con muchos cambios en las alianzas, algunos Ministros del gabinete de Rajapaksa cambiaron a la oposición o como decimos en venezolano “saltaron la talanquera”, en los meses previos a la contienda. La oposición era una alianza de muchos partidos y escogieron un candidato único que mantuvieron en secreto hasta el momento de la inscripción de la candidatura. Maithripala Sirisena era el candidato de oposición y había sido el Ministro de Salud del gabinete de Rajapaksa. La propaganda del partido oficial acusaba al candidato de la oposición de ser un títere de los intereses de los países occidentales, sobre todo de Estados Unidos, si entendiera el idioma cingalés seguramente hubiera escuchado al Presidente o a cualquiera de su partido llamando a Sirisena “lacayo del imperio”. También lo acusaban que no tenía plan de país y que la coalición de la oposición era tan diversa que iba a ser difícil la gobernabilidad. Por último, debido a los vestigios existentes de los fanatismos étnicos y religiosos que dieron origen al conflicto civil, se decía que podía haber violencia en las elecciones. Todo muy familiar para estar tan lejos de Venezuela.

Las encuestas mostraban que el Presidente en búsqueda de la reelección no tenía tanta popularidad y que el de la oposición estaba aumentando en la intención del voto progresivamente. Sin embargo mi pronóstico era que el Presidente Rajapaksa ganaría o que al menos no iba a irse del poder sin dar la pelea. Ya que contaba con todos los recursos del Estado y había denuncias de uso del patrimonio público para su campaña, hizo alteraciones a la constitución para buscar la tercera reelección consecutiva y habiendo colocado su cara en un billete, no me parecía que quería irse a ningún lado. Así que hice mis comprar nerviosas de enlatados por si acaso y espere el día de las elecciones.

Resultados electorales: el milagro esrilanqués

Para mi sorpresa al día siguiente de las elecciones, el 09 de enero Sri Lanka amaneció con un nuevo Presidente. La oposición había ganado y Rajapaksa aceptó la derrota y se fue del palacio presidencial a las 06:30 de la mañana. Hubo rumores que intentó persuadir a los militares para dar un golpe de Estado para desconocer los resultados, los militares no lo siguieron. Yo quedé muy sorprendida que mi predicción no se había cumplido y feliz por Sri Lanka y sus ciudadanos. Porque pacíficamente eligieron un cambio de gobierno y de modelo, votaron por más democracia, por el fin del autoritarismo y el fin de la corrupción. Esto me hace creer que el país quiere seguir moviéndose hacia adelante y que una reconciliación plena después de la guerra puede ser posible, porque el actual presidente fue electo con el voto de las minorías tamil y musulmana, pero con muchos votos también de la mayoritaria etnia cingalés.

Otra cosa que me sorprendió es que no hubo periodo de transición, el nuevo Presidente se juramentó el 09 de enero y el 12 de enero formó un nuevo gabinete temporal. Todo esto como parte de su plan de 100 días. Con la promesa de hacer un llamado a elecciones parlamentarias para abril de este año, pretende cambiar el sistema de Sri Lanka de Presidencialista a un sistema Parlamentario. Ha liberado presos políticos y ha restaurado jueces que habían sido removidos en el periodo anterior. Todo ha avanzado muy rápido y sin violencia. Los retos que tiene el Presidente Sirisena (tanto que me costó aprenderme el nombre de Mahinda Rajapksa, ahora tengo que memorizarme el nuevo) sin duda son muchos, la situación política y social de Sri Lanka es mucho más compleja de lo que puedo explicar en estas líneas.

Los cambios políticos que he visto en estos 5 meses en este país me han alegrado muchísimo, me han llenado de esperanza, de que un cambio así podría ser posible en Venezuela. Lo que prevaleció aquí fue el sentimiento de unión en el país, más allá del pasado doloroso (muchos más doloroso que el pasado venezolano, porque hubo guerra y crímenes de guerra), mas allá de qué lado hayan estado, había que buscar lo mejor para todo el país, para todos sus ciudadanos. El gobierno de Rajapaksa estaba agotado, se desgastó con los escándalos de corrupción, por sus gastos personales ostentos, por la falta de libertades y por eso los ciudadanos de este país votaron para sacarlo. Que pasará después, está por verse. Esperamos que todo siga avanzando positivamente, por ahora me quedo con este momento de la transición. Ésta es con la que soñamos la mayoría de los venezolanos, que nos unamos y digamos que es suficiente, que es necesario un cambio para mejor en el que quepamos todos, sin violencia y eso solo se hace con más democracia. Lo que pasa es que no conocíamos esta historia, nos quedamos con historias de problemáticos cambios de regímenes en el Medio Oriente y esta historia real y optimista no la conocíamos, por haber pasado en una tierra lejana a mares de distancia. Por eso la quise compartir hoy con ustedes, para que veamos que si es posible.

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