¿Qué harías si alguien a quién amas regresara del más allá?

Yo me imagino que ustedes se preguntaran qué me pasó que en las últimas semanas he estado en ánimo rosa/místico (no religioso) para hablarle de las series y sí, hay una razón. Bueno, son varias: Mercurio retrógrado, Marte en Piscis y la cercanía del 14F son señales de que esta es una época de reconciliación. Es un buen tiempo para la evaluación y la autoevaluación, para despojarnos de prejuicios, de lastres y de todo aquello que nos retrasa o nos aleja de la persona que realmente somos. Y como una casa no se empieza a construir por el techo, la semana pasada comenzamos revisando la Belleza Interior; ese relacionarnos con nosotros mismos desde el ser y no desde nuestros prejuicios para permitirnos fluir con el entorno.

resurrection backgroundthe-returnedPues esta semana les contaré de lo que bien podría llamar el suceso dramático de la Tv norteamericana en el 2014: Resurrection. El título de esta nota fue la premisa con la AXN promocionó la primera temporada (salida al aire en abril del 2014). La historia en general, se basa en el libro (Best Seller del NY Times) The Returned, escrito por Jason Mott; y esa era su historia y razón de ser: personas que habían muerto a destiempo o dejando cosas pendientes por resolver regresaban del más allá para terminar de vivir sus vidas. El hilo conductor y gancho de la historia es Jacob (Landon Giménez), un niño muerto ahogado cuando tenía 10 años en un accidente en un río crecido que reaparece, 32 años después de su muerte, en algún pueblo de China. El apoyo y columna vertebral lo aporta Martin Bellamy (Omar Epps, House), un oficial de inmigración encargado de devolver a Jacob a sus padres: Henry Langston (Kurtwood Smith, That ’70s show) y Lucille (Frances Fisher, Titanic); y un buen combo de personajes de apoyo (desde fanáticos religiosos, pastores comprometidos con su causa, maridos vengativos contra su “retornada” esposa infiel y pare de contar) que tienen equitativo peso en la trama.

resurrection

El punto es que, como era de esperarse, la familia de cada “retornado” está muy contenta y consternada por su regreso pero el conflicto teológico que esto plantea en Arcadia –pueblo de Missouri que ya ha sido mostrado en otras series de corte crítico/religioso como Joan of Arcadia- les complica el regreso. Entre los que les ven como demonios, como delincuentes que suplantan identidades y los que aceptan que por haber muerto y regresado no tienen por qué haberse convertido en ángeles, pues, hay material suficiente como para tejer una red de misterios, intrigas y conflictos de toda índole: comenzando por el conflicto interno y llegando hasta mega conspiraciones del Gobierno; que Bellamy se ha propuesto resolver para, por lo menos, entender cómo o por qué estas personas pudieron regresar.

La verdad es que no he tenido oportunidad de leer el libro que dio origen a la historia pero si hay algo que se debe resaltar aquí es la riqueza de sus personajes, determinante, a mi juicio, para que una historia enganche y se sostenga. Cosa que les fue muy útil, dado el éxito de audiencia que consiguió: Resurrection se planteó como una puesta en escena del libro en 12 capítulos, pero –al llegar al capítulo 6- ABC decidió extenderla. Es así como van dos temporadas concluidas y se espera la renovación para una tercera, aunque no han anunciado fecha de estreno.

A pesar de las diferencias que pueda tener con “alargamiento” de la serie, debo reconocer que la premisa ha resultado mucho más rica de lo que habría esperado. Más allá de reconciliarnos con la vida y la muerte de un ser querido o de confrontar la resurrección o el renacimiento, desde el punto de vista religioso; esta serie ha sido una muy buena vitrina para mostrar, rescatar o desechar valores en desuso y prejuicios aún vigentes en la sociedad actual. Si comenzamos por lo más sencillo, sería que “las apariencias engañan”; pasando por un “todo tiene un por qué”, hasta llevarnos a los puntos más álgidos de respeto y tolerancia a las diferencias que todos los seres humanos tenemos. Planteado desde otro punto de vista más sistemático: ¿eres quién eras antes de morir? ¿eres alguien diferente ahora? ¿quién eres para el resto de los vivos? ¿cómo relacionar a los “retornados” con las personas vivas? ¿el “retornado” podría aprovecharse del vivo o viceversa? Todas esas preguntas son perfectamente válidas para cualquier ámbito en el que nos relacionamos con personas diferentes a nosotros: diferentes en origen, nacionalidad, creencias, valores, preferencias políticas o sexuales; y plantean claramente el miedo inherente del ser humano a enfrentar lo que le resulta desconocido.

Nadie puede predecir el futuro, pero eso no significa que debamos vivir como si no tuviéramos uno.

He allí el valor de esta serie, porque la variedad en los personajes, sus motivaciones, miedos y aptitudes es tal que da al espectador la oportunidad de probarse todos los zapatos o, por lo menos, de tener la visión individual, versus la visión de conjunto de cómo las diferencias nos acercan en lugar de separarnos. Entonces, ver esta serie como algo más que simple entretenimiento nos podría acercar un poco más ese respeto y a esa tolerancia de las que tanto carece nuestra sociedad.

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