Aragua y Zulia, territorio de divorcios

 

Dicen que el primer año de matrimonio es el más difícil porque la pareja apenas se está adaptando. Otros dicen que es el más fácil, cuando todo lo se ve de color rosa. Las cifras lo aclaran: solo 1 de cada 414 divorcios en el país son antes de los primeros 12 meses. Los datos son recolectados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en su capítulo de Estadísticas Vitales.

Los numeritos señalan que se realizaron 102 mil 77 matrimonios y 30 mil 660 divorcios durante el año 2012, lo que lo hace más común separarse que morir a las manos del hampa, por lo que la estabilidad matrimonial también estaría en peligro. Estadísticamente, un tercio de los divorcios se realizan entre los 5 y 9 años de vida en pareja –lo que es más frecuente si se tiene un solo hijo- y después de los 20 años, cuando se celebran las Bodas de Porcelana. No tener descendientes eleva la frecuencia a más del doble después de dos décadas de convivencia.

Pero estos números hablan de cuando el divorcio ya está consumado, decidido y aprobado, y no se refiere a los matrimonios, sino a las circunstancias alrededor del rompimiento. Muestra cómo son quienes deciden llamar a un abogado, en vez de resolver las diferencias. Pero también sirven para prevenir.

Firma de divorcio

Si ambos están de acuerdo, usando el artículo 185-A del Código Civil, el divorcio puede tardar menos de 10 meses

Casarse y divorciarse en Aragua

Con una tasa nacional que ronda un divorcio por cada 957 habitantes, en Aragua los rompimientos matrimoniales son mucho más frecuentes en proporción, que el resto del país, llegando casi a duplicarla. En la entidad central, hay una separación formal cada 517 personas.

Al comparar con las uniones registradas, hubo ese año 10 divorcios cada 21 matrimonios en Aragua, y eso que en ese estado se celebraron la segunda mayor cantidad de bodas, con más de 7 mil 200. Muchos recién unidos, muchos nuevos separados.

Esto coincide con su bajísimo índice de suicidios, segundo menor en Venezuela, pues el INE señala que entre divorciados y separados es realmente raro tomar la fatal decisión. Los aragüeños no lo dudan: mejor separarse que morir de amor o ir al infierno en pareja.

Pero esta relación no es siempre cierta, pues Cojedes, el lugar más raro para suicidarse en Venezuela, con apenas dos casos en 2012, también tuvo tanto la menor cantidad de divorcios –solo 28- asó como la menor tasa de rupturas: una cada 11 mil 692 personas. Ese lugar realmente es tranquilo.

Táchira es el segundo estado con divorcios más frecuentes, con uno cada 613 personas. Y allí como los aragüeños, pues también ocupa el tercer lugar con menor frecuencia suicida del país. Ni sufrir en pareja, ni fallecer por soledad. En Barinas se quiebran los estereotipos geográficos y sexuales, pues la entidad llanera es la tercera con mayor tasa de separaciones legales, una cada 686 personas.

¿En el mar la vida es más sabrosa?

Algo pasa en Vargas y Nueva Esparta, pues además de ocupar el cuarto y quinto lugar en tasas de divorcios, también lo hacen en las de suicidio. Lo que podría abrir serias dudas razonables sobre la cercanía del mar, la felicidad y el amor.

Las cifras rompen varios mitos: el problema es ser soltero en esos lugares paradisíacos. 25 de los 26 suicidas de Nueva Esparta estaban solteros, igual que 11 de los 18 que lo hicieron en Vargas.

Sorpresa capital

Por debajo del promedio nacional, y sin estar en los extremos, en el ranking de los más o menos frecuentes no aparece el Distrito Capital. Y aunque muy lejos de los casi ínfimos niveles de Cojedes, los otros estados que menos se divorcian son Trujillo y Miranda. En el estado andino, se repite aquella relación con el suicidio, pues con menor frecuencia de separados, hay una mayor de quienes deciden quitarse la vida, siendo el segundo estado que más lo hace.

¡Vamos a casarnos!

La frase debe ser muy común en Yaracuy, pues ostentan el primer lugar en cantidad de matrimonios por población. Hay una visita al Registro Civil para formalizar el amor por cada 44 personas, lo que hace que tengan más bodas que Caracas.

En la entidad llanera hubo 14 mil 548 matrimonios, cuando en la capital apenas se celebraron 4 mil 455 nupcias. Diametralmente, en el Zulia apenas hay una unión civil cada 2 mil 340 personas, con poco más de 1.600 matrimonios en 2012. Eso apenas supera a las realizadas en Cojedes y Delta Amacuro sumadas, donde en conjunto vivían poco más de medio millón de personas en comparación con los casi cuatro millones de la entidad zuliana.

Quizás haya mucho calor para estar juntándose a la ligera. Lo que no impide que sea la única entidad en que existan más divorcios que matrimonios, siendo donde más se registran separaciones, algo inusual dada la baja tendencia a juntarse.

Con extranjeros

Las cifras oficiales de las Estadísticas Vitales del INE también permiten discriminar por nacionalidad. Señalan que 12 hombres portugueses se divorciaron en 2012, pero apenas dos estaban casados con mujeres de su mismo país de origen. El resto estaban unidos con venezolanas.

En el caso de las mujeres, tres portuguesas más se divorciaron ese año. Todas casadas con venezolanos. Pero solo hubo un matrimonio entre portugueses ese año.

Las desuniones entre nacionalidades no son tan frecuentes, como sucede al enamorarse de alguien del vecino país de Colombia. Solo 53 hombres de ese país se divorciaron en 2012 en Venezuela, de los cuales 45 estaban unidos con venezolanas y 8 con compatriotas. Similarmente, de las otras 47 mujeres colombianas que se divorciaron, todas menos una estaban casadas con venezolanos. El otro divorcio fue de un chileno.

Una cifra baja en comparación con los matrimonios, pues ese mismo año se casaron 1.254 colombianos y 1.268 colombianas en nuestro país, solo 295 entre sí, y el resto muy mayoritariamente con venezolanos.

En el caso de hombres españoles, los 5 divorciados lo hicieron de venezolanas, mientras las 7 españolas que se separaron, cinco lo hicieron de venezolanos, una de un argentino y la restante de un chileno. No hubo divorcios entre españoles en ese año y apenas dos matrimonios entre sí.

Por los chamos

Tener hijos, aunque eleva la cantidad de años de convivencia al divorciarse, ocupa dos de cada tres rupturas. La excusa de no separarse por los chamos no es tan cierta, como suponíamos. Al respecto, tener un solo hijo ocupa la mayor frecuencia en rompimientos nupciales, superando a los que no los tienen y especialmente entre los cinco a nueve años de unión.

Pero separarse se va haciendo menos frecuente con el número de hijos. No hubo divorcios en parejas con más de nueve hijos o más, apenas dos entre los que tienen ocho y la misma cantidad con los que tienen siete vástagos, y todos con muchos años de unión.

Citando a los Juzgados de Primera Instancia y Tribunales de Protección del Niño y del Adolescente, cerca de 8 de cada 10 separaciones apelan a lo que recomiendan los abogados para acelerar el papeleo en el sistema judicial nacional: aplicar el artículo 185-A del Código Civil, que argumenta la “ruptura prolongada de la vida en común”, lo que debe hacerse de mutuo acuerdo. El resto aplica como razón para el divorcio la “separación de cuerpos” y el “abandono voluntario”. Las demandas de parte uno de los cónyuges es inusual, ocupando 2 de cada 100 casos.

Aunque la diferencia es poca en todo el año, el mes más frecuente para que el juzgado decida el divorcio es marzo, y el que menos, septiembre. Y según el INE, la mayoría salen en menos de 10 meses: siete de cada diez.

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