Sentimiento Nacional

Guaco, hace muchos años escribió un tema que nos hace acreedores de un sentir propio, único en el planeta, la firma que nos diferencia del resto del mundo, nuestro sentimiento nacional.

Ese sentimiento nacional se refiere a ese orgullo de pertenecer a esta tierra, a quererla completica, es un sentimiento que le merecemos a este país lleno de gracia. Todos sabemos por qué nuestro país es tan maravilloso, poseemos una variedad de terrenos, climas, paisajes que bien pueden ser envidiados por el resto de los países, además contamos con el petróleo, con minas repletas de minerales, sin embargo, vale preguntarse si esto es lo que nos hace un país maravilloso.

No es la empresa, es su gente

Muchas veces hemos escuchado decir que la empresa no está hecha por el dinero, los productos o servicios que ofrece sino por su gente, son ellos quienes posicinan la empresa, la impulsan para adelante o para atrás.

La gente es el mayor y más importante activo que puede tener una empresa, lo mismo ocurre con los países. Vale preguntarse, seremos los venezolanos el mejor activo que tiene este país, acaso, hemos llevado hasta ahora a esta nación donde merece.

Creo que nos queda mucho que analizar sobre nuestras actitudes y cómo estas han influido en el desarrollo de este país. Lo tenemos todo para ser los mejores ciudadanos del mundo, pero considero que ese ha sido nuestro mayor problema, creernos merecedores de todo y no imprimir mayor esfuerzo y entusiasmo para aprovechar esos recursos al máximo.

El más venezolano

La polarización en Venezuela, ha creado dos bandos que se niegan a darle importancia al otro, a entender la posición del otro y a trabajar en función de un mismo objetivo. También, cada bando se cree más venezolano que su oponente, lo que es evidente en el uso de los símbolos patrios. Cada cual lo usa en función de demostrar su venezolanidad sin estimar que el hábito no hace al monje, lo hacen sus acciones.

Hace unos días un amigo me hablaba sobre sus gustos musicales, me decía que no le gustaba el joropo y que al confesarlo una vez delante de un amigo, este le acusó de no ser un buen venezolano. Pero la vida da vueltas, y siempre nos ubica en el lugar correcto, en el momento correcto.

Un día salieron el amante del rock, mi amigo, y el adorador de la música venezolana, iban tomando una bebida mientras compartían de una grata conversación, cuando el joropero terminó su bebida y lanzó a la calle su vaso, por lo que mi amigo sin ningún reparo le soltó sin pensarlo dos veces “Tú dices ser muy venezolano porque escuchas música folclórica, pero botas basura a la calle. Yo que escucho rock, pero nunca ensuciaría mi ciudad”. Volvemos al punto anterior, el hábito no hace al monje.

Nuestro sello

También es común conseguirse en las redes con una serie de teorías sobre lo que son nuestras fiestas nacionales, cuales son comerciales, cuales hemos asumido por pura moda. Esta discusión nos hace creer que somos más o menos venezolanos.

Por ejemplo, el Halloween es una fiesta que si bien es cierto, no es nuestra, la adoptamos en el camino, sin embargo, que fiestas son realmente nuestras sin la intervención de una cultura extranjera. Recordemos que los venezolanos somos una mezcla de muchas culturas, que en un principio fuimos colonizados por europeos y que luego la situación política de otras naciones nos ubicó entre los principales destinos preferidos por los inmigrantes para comenzar una nueva historia, lo que nos hace un país mezclado en su color de piel, en sus expresiones verbales, en su gastronomía, en sus fiestas.

Cambio de actitud

Es por ello que debemos centrar nuestros diálogos y discusiones en lo realmente importante. Somos venezolanos, no por nuestras riquezas, no por nuestros símbolos patrios, o porque defendamos nuestro folclor. Somos venezolanos en la medida que trabajemos por hacer de este un territorio mucho mejor, que trabajemos día a día no por nuestros propios intereses sino por la mejora de un país.

Perdonen que en esta oportunidad no les hable con el tono que regularmente uso, pero es que considero que tenemos mucho que estudiar, mucho que analizar e internalizar como ciudadanos. Capaz sea esto culpa de Gisela Kosak y Héctor Torres con sus libros, haciendo alusión de nuestras costumbres y en cómo estas han influido en nosotros. Vale la pena leerlos, vale la pena dejar de justificar nuestras acciones erróneas y tener un cambio de actitud.

Es importante que comencemos a entender, que seremos mejores venezolanos cuando dejemos de votar con el corazón y empecemos a observar que es lo mejor que ofrece ese candidato para hacer de esta una mejor Venezuela. Esos políticos harán un aporte importante, cuando dejen de pelear por el protagonismo, por el enriquecimiento de sus bolsillos e inicien la lucha de la construcción de un mejor país.

Seremos mejores venezolanos cuando dejemos de armar estrategias para pasar de primeros en la cola, cundo respetemos la luz del semáforo, cuando usemos el rayado, al devolver el vuelto justo y cuando tengamos la valentía de decirle al vendedor que nos dio dinero de más. Seremos mejores venezolanos cuando empecemos a tratar a los demás como queremos ser tratados y que sintamos a nuestro país como nuestra casa, el hogar que merece respeto, organización, limpieza, estima.

La venezolanidad nos la ganamos a punta de esfuerzo y acciones positivas, no a punta de adorar a Simón Bolívar y usar la gorra tricolor.

 

 

 

Gala Gabriela

Publicista, ciclista urbana, turista de la vida y de mente soñadora.Las letras se convirtieron en la herramienta perfecta para exorcizar mis demonios y dar a conocer realidades cotidianas que pasan desapercibidas.

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