Sin dudas vivimos días de comunicación en tiempos de Ébola y de otras crisis sanitarias mundiales, una situación de riesgo de la que no escapa ninguno, tomando en cuenta que vivimos en el mismo planeta y donde las informaciones circulan tan abiertamente por todos los canales posibles. Por lo que considero, sería atinado retomar un sano ejercicio de introspección para evaluar y preguntarse si la ciudadanía y los mismos periodistas, están bien informados con relación a las situaciones de emergencia sanitarias y las crisis sanitarias que están aconteciendo.
Es necesario estar vigilante en cualquier momento, para poder discernir con criterio desde el punto de vista técnico, administrativo, político y mediático las informaciones que vorazmente circulan también por las redes sociales. Porque éstas, mal manejadas, lamentablemente pueden llevar a la desinformación originada en una falla en la comunicación de riesgos, especialmente durante la gestión de estas situaciones.
Los periodistas y comunicadores en general, por ejemplo, no podemos vivir de espaldas al pensamiento estratégico de la información de riesgos, al conocimiento de las características que debe poseer el portavoz de una organización para actuar como responsable de la transmisión del mensaje, y las peculiaridades del contenido y la forma para alcanzar la confianza de la opinión pública.
Deben manejarse muy bien y con prudencia, también a su debido tiempo, los distintos formatos periodísticos (prensa escrita, radio, televisión, internet) para trasladar una información en momentos de crisis y emergencias en salud. Todos los profesionales de la atención urgente y emergente, deben conocer estos aspectos, y evitar así posibles errores de credibilidad y garantía informativa, especialmente aquellos que, en razón de su nivel o cargo, son considerados responsables de la gestión de la comunicación en sus instituciones.
En ningún momento se quiere ser pesimista frente a las nefastas consecuencias que podría tener la expansión de una enfermedad tan terrible como lo es el Ébola en nuestros países de Latinoamérica, pero es tiempo de despertar y comenzar a hacer un periodismo y una comunicación institucional responsable, preventiva, de verdadera gestión del riesgo, apegada al primer derecho fundamental de cada ser humano: la vida.
Ya basta de estadísticas, de números que no ayudan. Informemos sobre nuestras realidades con datos contextuales, demos a conocer ejemplos claros y sencillos de cómo debemos autoprotegernos, apoyemos iniciativas de capacitación a todos los niveles, eduquemos, formemos gente capaz de manejarse con criterio.
A esta hora siguen siendo tímidos los mensajes y las campañas que indiquen con claridad cuáles son los síntomas y las medidas de prevención a seguir, cómo puede evitarse el contagio, cuál es el manejo que debe tenerse frente a un paciente que resulte positivo en una prueba del virus…Miremos y revisemos, reflexionemos y actuemos!…
Comentarios
Comentarios
