Personas con Síndrome de Asperger celebran su día
En el año 2007 se declaró este día tras el nacimiento de Hans Asperger, un médico nacido en Austria en 1906, a quien se le atribuyen los primeros estudios sobre este síndrome.
Aunque se han asociados a esta condición una cantidad de personajes famosos (Einstein, Da Vinci, Isaac Newton y, hasta el mismo Vladimir Putin), o personajes de ficción como Sheldon Cooper y el interpretado por Mónica Spear, en La Mujer Perfecta, la verdad es que las personas con Síndrome de Asperger deben enfrentarse cada día con situaciones complicadas que dificultan su interacción social y la expresión de la afectividad, el lenguaje y la literalidad, conductas restrictivas e intereses restringidos.
El historiador y activista Francisco Morente recuerda que estas personas “pueden tener habilidades extraordinarias en áreas concretas a las que restringen su interés”. Aclara que: “Son personas con problemas para interiorizar las reglas de conducta social que tenemos por normales, pero tan inteligentes como cualquier otro individuo y poseedoras, habitualmente, de una gran sensibilidad y una rica vida interior”.
La persona con Asperger presentan estados continuados de ansiedad y estrés emocional en sus intentos por tener una aceptación social. Destaca su grado de ingenuidad e incapacidad para comprender la mentira, lo que no les hace la vida fácil y además, funcionan con una lógica diferente, diferente a la de los demás. Para poder protegerse, buscan un aislamiento por decisión propia que les permite enfrentarse a situaciones que le generen más tensión emocional.
En la sociedad actual hay derechos fundamentales que no le son reconocidos. Morente señala que “hay historias de acoso escolar y marginación, que se traducen en falta de autoestima y, en ocasiones, depresión y otros problemas muy serios. La vida puede resultar muy difícil para ellos y para sus familias”.
Las personas con Síndrome de Asperger tienen derecho a la salud, a la educación de calidad y adecuada a sus necesidades, a que su dignidad e integridad sean preservadas y protegida por el Estado, al reconocimiento pleno y aceptación social, a decidir sobre su propia vida
Con información AIM Digital
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